Confía en tu instinto y alíate con el contrincante adecuado si no quieres que te saboteen la búsqueda del tesoro. Con la ayuda del camino que te marque la carta de inicio y las tres de destino, excava túneles con cuidado porque las trampas aparecerán por todos lados. Si estás perdido, el consejo de enanos socios es importante, pero nunca estés seguro de que te estén ayudando de verdad, ¿será quién dice ser? Duda hasta de tu propia identidad porque no olvides que la clave del juego es despistar. Despista a tu adversario, a tu aliado y, si lo consideras necesario, a ti mismo. No será una tarea fácil y en esta aventura te vas tropezar: un túnel sin continuidad, la herramienta que no es para reparar... No te preocupes, con las cartas de acción podrás levantarte.... o quizás no... ¿Te vas a desanimar en la primera ronda si no eres el que más pepitas de oro logra? Pero si hay otras dos rondas para remontar. ¿Qué enano eres? ¿Buscador? ¿Saboteador? ¿No lo tienes claro? Genial, vas a ganar.