El ansia nos reta a conseguir el máximo número de puntos de victoria cazando humanos, llevando a cabo misiones secretas, consiguiendo el favor de familiares, aprendiendo nuevas habilidades o recolectando la rosa más bella del laberinto. Todo ello a lo largo de 15 turnos y con la condición de regresar al castillo antes que se haga de día, pues tras las primeras luces del alba los vampiros mueren convertidos en ceniza.
A lo largo de la partida, los jugadores deberán decidir si invierten sus puntos de movimiento en correr por el mapa o si los emplean para cazar. Si sacian su ansia de sangre, los vampiros avanzarán más lentamente, con lo que será más complicado alcanzar nuevas metas o incluso volver al castillo. De los jugadores dependerá hasta donde están dispuestos a forzar su suerte.