A diferencia de los juegos de mesa y cartas tradicionales, aquí cada participante debe elaborar su mazo y su estrategia a lo largo de la partida. Con un total de 500 cartas de diferentes tipos (Tesoro, Victoria, Reino y Maldición), una parte de ellas constituyen los suministros que son instalados sobre la mesa (los territorios por dominar y los recursos necesarios para hacerlo); luego, cada jugador comienza la partida con un mazo de diez cartas, con las cuales deberá comprar los diferentes suministros que le permitirán llevar a cabo sus planes y acrecentar sus puntos de Victoria.
De esta manera, los jugadores deberán luchar por lograr la mayor cantidad de puntos de Victoria en su reino para ganar la partida.